Hoy os presento una riquísima tarta de queso. Yo por primera vez la probé cuando conocí a mi suegra, a la que quiero con locura, Alicia. Era especialista en esta tarta, a nadie le sale como le salía a ella. Ese sabor y esa cremosidad. Cuando la probéis os volveréis adictos a esta receta y triunfareis en cada comida que organicéis en casa con la familia o amigos.
Ingredientes:
- 500 gr Queso fresco
- 6 huevos
- 200 ml de nata
- 700 ml de leche condensada
- Caramelo líquido
Elaboración:
Lo primero que vamos a hacer es precalentar el horno a 200 grados y poner agua a hervir.
El segundo paso es batir es el queso fresco, una vez lo tengamos hecho una pequeña masa echamos la leche condensada y volvemos a batir muy bien.
Seguidamente vertemos la nata y a batir otra vez. Y por último echamos los huevos previamente batidos en un cuenco, y volvemos a batir con todos los ingredientes juntos. Parar hasta que la mezcla sea homogénea.
En la bandeja que vayamos a elegir, preferiblemente honda, al fondo ponemos el caramelo líquido y a continuación vertemos la mezcla obtenida.
Y llevamos al horno y lo ponemos al baño maria con el agua que estábamos hirviendo previamente. Poner el horno a 180 grados y en la segunda línea de bandeja, que no esté muy alta.
Tarda casi una hora en hacerse, de vez en cuando pinchar para ver si está terminada. Cuando ya os salga el pincho limpio, apagar el horno y con la puerta entreabierta dejar la tarta dentro hasta que se enfríe el horno. Una vez la saquéis, dejar enfriar unos 20 minutos y luego introducir en el frigorífico.
Ya tenemos terminada esta deliciosa tarta de queso, para mi, la mejor de todas. Su sabor, su textura… todo es una delicia. Os recomiendo muchísimo que la probeis. Eso sí, seguid todos los pasos de triturado y batido de cada ingrediente. Ahí está la clave de su cremosidad.