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Empleo, ¿compatible con ser mama?

Os voy a contar mi caso, yo puedo decir que he sufrido la discriminación que sufrimos las embarazas y luego la que sufrimos las madres a la hora de buscar un trabajo,un empleo compatible con ser mamá. La primera experiencia que tuve a modo laboral, fue cuando me quede embarazada. Llevaba 11 meses trabajando en una clínica dental. En la cual era una más y me apreciaban mucho o eso creía yo. Sabía que iba a estar trabajando ahí hasta que yo quisiera, pues mi puesto me lo había ganado y ellos confiaban en mí plenamente. Pero llegó ese día en el que te enteras que quedaste embarazada, y ahí entra la duda de: lo debo de contar o no. Por que entra esta duda, pues porque me quedaba solo un mes para que me renovaran el contrato. Familiares y amigos me dijeron que no contara nada hasta que me renovaran, que estaba de muy poquito tiempo y me podía callar. Pero algo dentro de mí me decía: Cuéntalo, en la vida hay que ser clara y no esconder nada. Pues estaba entre el sí y el no. Puedo asegurar que en mi cabeza ganaba por goleada el sí. Me considero una persona muy directa cuando tengo que decir las cosas y no soy una persona que sirva para esconderse y mentir. Se me nota hasta en el habla. Como imaginareis lo conté en el trabajo y a los dos días siguientes me sentó en el despacho y con muy buenas palabras me dijo: No te vamos a renovar el contrato para que puedas estar en casa cuidándote durante todo el embarazo. Yo en ese momento me reí para mi interior y cuando llegue a casa lo maldije mil veces. Pero bueno me quedaba unas tres semanas más de trabajo y a descansar… El embarazo me echo a la calle. Y puedo decir que esta situación, es la que pasamos las mujeres que queremos formar una familia. Tengo que reconocer que en este trabajo calcularon la fecha de mi parto muy bien, porque a los 8 días de dar a luz, me llamaron para que me incorporara. Si a los 8 días, ni baja maternal ni nada de nada. Con estas palabras me dijo: Cuando puedas te incorporas para que no te aburras en casa. Como para aburrirme con un bebe y en plena lactancia, increíble sus palabras. Fue una absoluta sorpresa para mí, que hasta no le supe contestar en ese momento. Pasado unos días y habiendo digerido la conversación que tuvo conmigo. Fui en persona y le dije que no volvía hasta que mi niña diera su primer paso. Sinceramente no quería volver allí después del trato recibido y la poca consideración hacia la mujer embarazada y luego hacia la recién madre con tan solo 8 días de convivencia con su niña y con una cesárea hecha.

Esa fue mi primera experiencia. No quise buscar trabajo porque sabía que me iba a volver a pasar lo mismo y esperé a tener a mi segunda niña. Una vez que me vi capaz de volver al mercado laboral. Empecé a echar currículum y para mi sorpresa me llamaron el mismo día de una clínica. Hice la entrevista por teléfono con la chica de recursos humanos y estaba muy satisfecha con lo que íbamos hablando, por lo cual, me dio cita directamente con el director de zona para que me viera en persona. Fui a dicha cita y ahí estaban dos chicos jóvenes, uno era el director de zona y el otro era el director de dicha clínica. Toda la entrevista iba a pedir de boca, genial. Con mis 14 años de experiencia poco no había tocado yo en este tema. Pero poco valió la experiencia cuando llego el apartado familia. Me preguntaron si tenía hijos, evidentemente les conté que tenía a dos, una con meses y otra de 3 años. Pude ver en sus caras el cambio. Y llego la pregunta que hundió mi esperanza a que me contrataran: Si llamaran del colegio o guardería y te tuvieras que marchar por no haber otra persona que se encargara de tus hijos, ¿qué harías? Ya sabéis mi respuesta, evidentemente: Me iría sin duda, ante esa situación mis hijos cuentan antes y si no hay nadie, no los puedo dejar solos, como madre de ellos que soy. Pues ahí termino mi entrevista. Me dijeron tenemos a otras candidatas que entrevistar y ya decidiremos a quien llamar. Eso quería decir en otras palabras: Gracias por venir pero no nos interesas.

La verdad que esa entrevista me hundió un poco mi moral. Me produjo un sentimiento de impotencia y de no volveré a buscar más nada. Me daba miedo volver a comprobar que ser madre me había quitado la oportunidad de trabajar en la calle. Es muy injusto el trato que tenemos las mujeres embarazadas y las madres en el aspecto laboral en este país. Y la pena es que no hay futuro de que esto mejore. Por eso muchas madres deciden ser independientes y hacerse autónomas y crear su propia forma de ganar dinero. Es la única alternativa que podemos tomar para conciliar la vida familiar con la laboral.

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