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Canelones de carne

Unos deliciosos canelones de carne, que gustarán a toda la familia. No quedará nada en el plato. Son fáciles de hacer pero necesitan de un poco de paciencia. Yo por eso preparo siempre un poco más, para que me sobre y así poder tenerlos para otro día. Al poderse congelar, muy práctico para las mamás con poco tiempo.

Ingredientes:

  • 500 gr de muslos de pollo deshuesado
  • 200 gr de carne de magro de cerdo
  • Una cebolla
  • Una hoja de laurel
  • Un vaso de vino blanco
  • Un vaso de agua
  • Aceite
  • Sal
  • Dos paquete de canelones (utilizo los precocinados, solo sumergirlos en agua)
  • 100 gr Jamón troceado
  • Queso rallado

Para la bechamel:

  • 700 ml Leche aproximadamente
  • 100 gr Mantequilla
  • 100 gr de harina
  • Pimienta y sal
  • Nuez moscada

Elaboración:

Lo primero que haremos es calentar el aceite y cortar la cebolla en juliana. La doramos un poco la cebolla, le echamos la hoja de laurel. Luego salaremos la carne y la iremos dorando. Cuando la tengamos en su punto, vertemos el vino blanco y llevamos el fuego a lo más alto para evaporar el alcohol. Una vez evaporado echamos el agua y la sal al gusto. Lo pondremos a fuego medio durante unos 20 minutos.

Al mismo tiempo que estamos con la carne ponemos las placas de los canelones en agua caliente, suelen estar unos 20 minutos sumergidos. Al finalizar el tiempo escurrimos y colocamos las placas sobre un paño de cocina para que absorba el agua sobrante.

En un cazo derretimos la mantequilla y echamos la harina para tostarla un poco. Seguidamente vamos vertiendo la leche poco a poco hasta coger la textura que más nos guste (la leche templarla un poco). Si tenemos muchos grumos y no podemos con ellos, no desesperes, yo me ayudo en esos momentos con la batidora un poquito, así me queda más suave. Echamos sal, pimienta y una pizca de nuez moscada (al gusto). Echamos la cucharada de jamón  y removemos un par de minutos más.

En un vaso de batidora echamos la carne y el resto del jamón, con un poco de salsa y dos cucharadas de bechamel. Y batimos. Ya solo nos queda rellenar la pasta.

Precalentamos el horno mientras a 200 grados.

En la fuente al fondo le ponemos una capa de bechamel, y vamos colocando los canelones rellenos. Una vez puesto todos, vertemos la bechamel sobre ellos y rallamos el queso para gratinarlos al horno. Y listo, a comernos estos deliciosos canelones.

Si te gustan más jugosos podéis poner al rellenar los canelones, una cucharadita de bechamel. Los canelones que sobren los podemos congelar y así tendremos una rica comida preparada. Suelo hacerlo en dos bandejas, una para comer ese día y la otra para congelarla. Muy práctico para esos días que no sabemos que hacer o esos días que tenemos prisa y no tenemos tiempo de preparar de comer. Solo calentar en el horno y listo.

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